LA MUJER Y SUS VELOS

Quien se acerca a una mujer esta ante dos naturalezas, una exterior y otro interior. La exterior es culturada y humana la interna emerge desde lejos para desaparecer rápidamente, dejando a su espalda siempre la sensación de algo sorprendente y sabio. Cuando una se muestra sentimentalmente fría la otra es más ardiente, a menudo una es feliz y la otra anhela un no se que; una puede estar contenta y la otra experimenta una agridulce nostalgia. Estas dos mujeres en una son elementos separados pero unidos que se combinan de mil maneras distintas. Cuando una mujer esconde o desarrolla una sola de su facetas vive una existencia desequilibrada debe desarrollar ambas facetas. No se puede comprender el misterio de la mujer sino estas dispuesto a entregarte por entero. El budismo dice que hay siete velos de la ilusión, a medida que se va librando de ellos la persona comprende los distintos aspectos de la naturaleza y del yo. El levantamiento de los velos hace que la persona sea lo bastante fuerte para soportar la vida y comprender los acontecimientos, de las personas y de las cosas, y aprender a no tomar en serio la primera impresión y a mirar mas tras y más atrás de ella. Quién no ha oído hablar de la danza de los siete velos? Una mezcla de mitología y de leyenda llevada a la literatura por Oscar Wilde . Sea como fuere el origen de esta danza lo cierto es que sí tiene su fuerte significado sagrado. La bailarina tiene colgados sobre su traje los siete velos con los siete colores del arco iris que representan las protecciones de las personas, o las máscaras que nos ocultan, diríamos hoy. A medida que baila se va desprendiendo de ellos hasta quedar desnuda. En esta danza la bailarina, la mujer, queda descubierta de sus protecciones, de sus miedos, queda expuesta su cuerpo y su alma, su esencia. El acto de valentía y amor que representa esta danza es de los más grandes que puede hacer una mujer