martes, 4 de septiembre de 2018

Enamorada de Napoles



Nápoles no era mi destino preferido y el último de quien quiere ir de vacaciones a Italia, pero como amante del  arte y la arqueología, Pompeya es  visita imprescindible.Los preparativos en familia son diferentes a los que se hacen con amigas,para organizar el viaje hay que tener en cuenta los partido de fútbol cerca,si hay antes ,después o durante.
Han pasado unos cuantos años de aquel ..."ritornamos a Roma por un problema molto grave",esta vez no nos acompañan ni Laura ni Maite ,metidas en otros quehaceres.Eso si, cada uno lleva su maleta y es responsable de su contenido aunque se triplique la pasta de diente.
Los comentarios sobre la ciudad en los foros  variaban  y yo quise saber si lo mio seria amor u odio.
Partimos desde Madrid y allí estaba puntual Mariano ,nuestro chófer transfer,esperándonos para llevarnos al Hotel Mercure en pleno centro de Napoles, junto al puerto,la situación inmejorable
 Tras dejar las maletas nos fuimos a cenar a un restaurante situado junto al hotel "il chicco D´oro" frente al puerto,el primer contacto gastronómico fue positivo,tras ello nos dimos un paseo por el puerto (vaya tino)todo negro y sucio-
Al día siguiente vino a recogernos Claudia,nuestra guía, para llevarnos a la plaza Garibaldi  e incorporarnos al grupo que procedía de Roma,donde comenzamos el tour sobre la ciudad.
Aprendimos con ella a cruzar las calles,no hace faltan los pasos de peatones y cuando los usas hay que compartirlos con los coches que avanzan por derecha o izquierda.
Mi percepción cambió del día anterior,una ciudad bella y las vistas del Vesubio maravillosas,después la intención era visitar Pompeya  donde comimos,  una tormenta in aplacable con rayo y truenos y una gran chaparrada y el racicionio de los guías, nos hizo cancelar la visita hasta  el día siguiente ,de regreso a Napoles aprovechamos para ver Napoles subterranea con entrada en  San Gaetano 68,la impresión fascinante,elegimos el idioma italiano porque la visita en castellano ya había sido, lo peor fue volver a la superficie,mi corazón bombeaba intentando seguir el ritmo.
El siguiente día fue paseo matutino a pie.Claudia fue magnifica ,una gran profesional ,volví a recordar mis nociones de arte con  la información veraz de nuestra guia , y como ella dijo,la historia miente.Recorrimos el casco antiguo,alli descubrí a los Falquis, (de Halcon) una élite especial contra la camorra,van en parejas en sus motos con los cuerpos trabajados,y sin casco.Lo del casco es curioso,porque es una medida de seguridad no llevarla,rostros identificables.
La ciudad está fuertemente custodiada,los falquis con sus motos,los municipales a pie y el ejercito en sus carros,curiosa manera de vivir en una ciudad donde abundan dos gobiernos paralelos.
Por la tarde visitamos Pompeya y desechamos algunos tópicos sobre las leyendas de la ciudad.,la lava no cubrió los cuerpos,fue sepultada por la ceniza y olvidada durante siglos,allí vimos restos de propaganda electoral,pasos de peatones,avisos publicitarios,saunas,facebook incluso twuiter- como dice Claudia,todo está ya inventado.
Al día siguiente partimos hacía Capri,  50 minutos de ferry  amenizados por unos turistas silicianos, el paseo en barca fue un placer y la subida a Anacapri sirvió para confraternizar con nuestros compañeros de viaje, argentinos,la música une a los pueblos.

Al atardecer fuimos a Sorrento, a ponernos ciegos de limoncello ,mi bebida favorita.
Al día siguiente partimos a recorrer la costa Amalfitana ,llegando hasta Amalfi y Posetino,y de noche otra vez en barco  hasta Salerno.
Regresamos a Napoles,desviandonos a las grutas del Angel en Pertosa ,lo malo de ir con hombres de viaje  es que en cualquier momento puede aparecer la amenaza del futbol,y me encontré paseando sola por la ciudad mientras mis acompañantes masculinos  intentaban ver el Napoles.Milan,sin exito
Con los compañeros de viaje quedamos en el Gambrinus,para después de pasear por la vía Santa Lucia,llegar a la cafeteria Officina ba- bar,brindamos con una copa de limoncello sprit y al llegar al hotel nos despedimos todos con alegría,habíamos compartido nuestras vacaciones con desconocidos y las habíamos convertido en inolvidables.
Napoles cést fini ,pero... uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz