martes, 29 de noviembre de 2016

Verano del 76


Hoy comentábamos en el trabajo nuestras lecturas de juventud.Yo, todos los viernes iba corriendo al quiosco de mi barrio para comprar la revista semanal Lily, allí semana tras semana devoraba las historias de Esther,su adorado Juanito y su amiga Rita.Creo que debía tener 12  años, e iba creciendo en la medida que lo hacía Esther.
Físicamente podía sentirme identificada aunque me faltaran pequitas y en aquella época la única referencia de chicos que tenía era un grupo de chavales del otro extremo del pueblo,los habíamos conocido durante el verano,pues teníamos un monte en común.Ellos eran los de Chonta (en aquellos años no existía la  tx) nosotras las de Urqui .
 Allí estabamos Mari,Inma,Amaya,Enma,AnaElena,en alguna ocasión Reme,dispuestas a disputar "nuestro monte" y nuestras chabolas de ramas de pinos.El lenguaje de comunicación era la destrucción de nuestras chabolas,aunque en aquel grupo de vándalos también había quien amablemente nos la reconstruía y dejaba unas flores en señal de buena voluntad.
Fue un verano maravilloso,comíamos y corríamos al monte a ver si los encontrábamos y cuando no aparecían bajábamos hasta sus dominios,para verlos y salir corriendo.Como no teníamos edad de ir a la playa solas,nos íbamos a una charca que denominamos " el Ferrol",no mediría mas de tres metros cuadrados y solo podíamos mojarnos el trasero si nos sentábamos,no importaba, eramos felices,aunque debiéramos compartir el agua con pequeños sapaburus(renacuajos)
Hablábamos a distancia con ellos jamás mas cerca de dos metros, y cuando se producía el acercamiento era para pelearnos y pegarnos. Llegó el invierno y sustituimos el monte por el cine Rialto ,donde los domingos veíamos dos sesiones seguidas, y allí nuestro interés era sentarnos cerca de ellos,y llegar a casa con algún chicle pegado en el pelo.
Como Esher, fuimos creciendo y alejándonos del monte,se cerró el cine y poco a poco dejamos de ver al Rubio,Conejo,Felisin,Dientes pochos,Aitor,Vivar,Tena y otros cuyo nombre ni motes recuerdo.

martes, 22 de noviembre de 2016

El niño de la boda,perdón de la bola.


Entró en un sueño; la gente iba llegando a  la iglesia como sí de una procesión de Semana Santa se tratara, incluso le pareció ver  un carrito llevando al divino pastorcito, iban asistir a la gran boda, tomando asiento en aquella especie de representación bollywooliense,donde había cientos de convidados que ninguno le resultó familiar,al menos no eran  familia o conocidos del novio.  
Y ella,que no parecía querer separarse de aquel enorme pastel de carne, lo vió, primero como si de un actor hindú se tratase ,luego llego el momento de los novios, la novia con un vestido verde propio de un hada o una  copia de Campanilla de Peter pan, apareció él ,la miró e hizo una mueca de desagrado, ó ¿tal vez era tristeza?, probablemente era dolor.
Ella no sintió nada, al fin y al cabo era tan solo una invitada, todo se diluye y...... años atrás una escena parecida, no era una ceremonia de boda sino un baile con un publicó silencioso, Él se llegó entonces a su querida con los brazos abiertos, en los cuales se arrojó ella, sin poder dominar el amoroso arrebato de su alma y de su sangre.
La estrechó frenéticamente a su corazón y el mundo y el cielo desapareció, hubo un crujir de huesos, loco, seguía estrechándola contra su pecho, ignorante de que le había dado muerte. Lo vió llegar con el cuchillo, supo que iba a ser herido: pero no hizo nada para defenderse, por no soltar a su adorada.
Solo cuando el cuchillo atravesó su corazón abrió los brazos,desplomándola en el suelo y cayeron juntos los dos amantes, ante la mirada imperterrita del niño de la bola que de niños los había visto crecer.
Y es que hay amores que matan.

domingo, 13 de noviembre de 2016

New York , Tom Hanks y la promesa




"Una promesa es una promesa”. Decía  la madre de Forrest Gump , y eso enseñe yo al mío ,con nuestro viaje a New York. Y no era consciente de lo importante que era en mi vida Tom Hanks hasta que comenzó nuestro viaje ,de Diego y una amiga que quiso acompañarnos.

 Por temas laborales míos elegimos la segunda quincena de septiembre. Una semana antes hubo un atentado en N York en la calle 23 ,a escasos 300 m de mi hotel, la cosa no comenzaba bien y unido a mi miedo a pasar tantas horas en un avión me hacían dudar de haber elegido un buen destino.  
Tras un vuelo sin problemas, entramos en el país y llegamos al aeropuerto internacional John F. Kennedy ,un aeropuerto muy bien organizado  y delimitado, pero al pasar aduana me retuvieron en una oficina aparte y comenzó mi afinidad con T.Hanks  en “la terminal” recordé la película y entendí como se sentía el protagonista, el motivo mi nombre y apellido, demasiadas Marías en España e Hispanoamérica, inútil fue decir que mi nombre no era ese sino M del Mar, nos tocò a las marías  a los Rodriguez ,y mas ez que acuñaba en el mismo lote. Allí perdí una hora de mi valioso tiempo ,no contaba con la cumbre mundial de la ONU y que habían decido acompañarme en mi visita neoyorquina todos los mandatarios del mundo incluido el rey.
Después de llegar al hotel de nombre rarísimo cerca de la 5 avenida y convencer al de recepción que yo debía dormir allí , salimos a vivir la calle, nuestro primer encuentro fue con el maravilloso Flatiron de Spiderman y la calle rebosante de gente y de olores a comida, luego nos subimos al Empire State , yo deseosa de encontrarme con Ton Hanks allí de la película algo que recordar.
No hubo tan feliz encuentro pero si las maravillosas vistas del York iluminado, nos contaron que hay un convenio con el ayuntamiento para que todos los edificios estén iluminados hasta las 12 de la noche,asi pueden verse torres de de oficinas vacias ,llenas  de luz
Avanzamos hacia Times Square cenando un halal con sabor a brasa en la calle, cansados y agotados volvimos al hotel en una bicicleta humana.
Los días siguientes fueron frenéticos de pisar las calles y sentirme especialmente en el escenario de tantas películas , mi hijo no conocía ninguna, por supuesto.
De New York me traje la sensación de que las películas policiacas son mentira, no hay tanto crimen en la ciudad de hecho me parece mucho más segura que Madrid, dicen que Giulliani tiene mucho que v r con su  Tolerancia cero, quien delinque cárcel o multa y nadie quieren correr riesgos, también me llamó la atención la estructuración de títulos y salarios, entendí que es la ciudad o el país de hacerse uno mismo, porque el esfuerzo siempre sale recompensado, me sentí un poco conservadora pero… acostumbrada a ver a mi alrededor gente que privilegiada por un sueldo vitalicio dejan a sus compañeros con el montante de todo el trabajo ,con la excusa de unos derechos laborales adquiridos por una más que dudosa oposición, me sentí identificada con la idea de si trabajas cobras, sè que estamos mucho mejor en cuanto a derechos sociales que ellos, pero no estaría de más un modelo intermedio.
Me pareció una ciudad acogedora, especialmente me sentí bien al bajar en un restop camino de Washington y ver como todo el mundo hablaba castellano, delicioso.
En la piscina reflectante del memorial a Lincoln me sentí un poco Jenny y otra vez espere encontrarme con Tom Hank, pero no fue posible, mi Forrest no apareció cruzando la piscina para encontrarme snif snif. Seguí buscando a Tom en los lugares de tienes un email.


Hay tanto de que hablar de... Otoño en New York.

Marianne, la afortunada y el hombre enmascarado



Bueno, Marianne, ha llegado el momento en el que somos tan viejos y nuestros cuerpos se están desmoronando, que creo que te seguiré muy pronto.
Estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, podrás alcanzar la mía. Sabes que siempre te he querido por tu belleza y por tu sabiduría, pero ahora solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Mi amor infinito, nos vemos al final del camino.
Leonard.

Este Septiembre, cuando pasé por el hotel Chelsea en N York lleno de andamios donde viviò el remitente de esa carta,no pensé que ese lugar albergara tantos pensamientos de amor.

 Que alguien pueda escribir algo tan bello, es motivo para sentirse tocada por los dioses, si tan bello fue el final cuan bello debió ser toda esa vida, a pesar de la distancia física. Dicen que se conocieron en Hidra y que su historia de amor continuó toda la vida a partir de esa fatídica cifra de siete años, donde la relación dicen que si no avanza muere, aunque hay casos donde solo se adormece para seguir viviendo, tal vez con la esperanza de un futuro.
El hombre que se enmascara para ofrecer a su amor todo tipo de vidas y de sueños; compañero dando su mano en los momentos duros, parachoques cuando el dolor se hace insoportable, sosegante médico cuando las enfermedades bailan alrededor, conductor a lugares lejanos, lobo aullante esperando la llegada de su luna, sujeto en el rincón de sus sueños o expectante ante su regreso por si el sueño no acude a tus ojos.
Aquel que regresa ofreciéndote su corazón y la vida que queda por vivir de la manera que sea, pero a tu lado como amante, como amigo, como consejero, cerca o lejos, de la manera que tú quieras.


¿Quien podría desdeñar esa mascara?

viernes, 11 de noviembre de 2016

LA CASA DE LOS FUERZARRAS



Venecia y Solamente tu

Como decíamos ayer… me quedé sin palabra, pero mis viajes son un clásico en el blog y no debo dejar de hacerlo.
Parece lejano aquel día que debí acomodar mi oficina para permitirme viajar a Venecia. No la encontré muy diferente de aquella Venecia de mis años de universidad.
La llegada fue en vaporetto  ,un agradable viaje de casi una hora de duración mientras Venecia anochecía, nuestro hotel  “bridge” un coqueto y familiar hotelito, limpio y recomendado por su proximidad  con la catedral San Marcos.
Este año decidimos ponernos de tiros largos para ir a cenar , aunque el lugar elegido fue un sencillo restaurante cercano a nuestro hotel. Venecia tiene un aura especial y pasear por sus canales es algo que al menos uno debe recorrer en su vida. Como teníamos pocos días decidimos no movernos al Lido , con lo cual nos privamos de vivir la noche italiana .
La primera noche recorrimos los alrededores cercanos a la basílica y comimos un helado en los soportales de la plaza san Marcos.
Probamos a comprar la comida y comerla sentada en un puentecillo, esto va siendo ya un clásico en nuestro viaje, hacer un picnik c cerca del rio o tomar un café en la zona judía.ciudad ideal para cenar a la luz de la luna.
Como novedad ,es la primera vez que no necesito mapa para orientarme, solo hay que dejarse llevar por las oleadas de gentes que te llevan y te traen a los sitios más emblemáticos y gracias a las indicaciones que te orientan hacia San Marcos o puente Rialto constantemente.
No nos faltó un paseo en góndola  antes de las 8 (que es más barato )y no podía dejar de llamarse el gondolero ,Marcos, aunque pienso que podrían llamarse así todos los gondoleros.

Como ya esta lejano y mi memoria comienza  a jugarme malas os dejo el video que hice y recoge los momentos mas entrañables con mis amigas