Como decíamos ayer… me quedé sin palabra, pero mis viajes
son un clásico en el blog y no debo dejar de hacerlo.
Parece lejano aquel día que debí acomodar mi oficina para
permitirme viajar a Venecia. No la encontré muy diferente de aquella Venecia de
mis años de universidad.
La llegada fue en vaporetto
,un agradable viaje de casi una hora de duración mientras Venecia anochecía,
nuestro hotel “bridge” un coqueto y
familiar hotelito, limpio y recomendado por su proximidad con la catedral San Marcos.
Este año decidimos ponernos de tiros largos para ir a cenar
, aunque el lugar elegido fue un sencillo restaurante cercano a nuestro hotel.
Venecia tiene un aura especial y pasear por sus canales es algo que al menos
uno debe recorrer en su vida. Como teníamos pocos días decidimos no movernos al
Lido , con lo cual nos privamos de vivir la noche italiana .
La primera noche recorrimos los alrededores cercanos a la basílica
y comimos un helado en los soportales de la plaza san Marcos.
Probamos a comprar la comida y comerla sentada en un
puentecillo, esto va siendo ya un clásico en nuestro viaje, hacer un picnik c
cerca del rio o tomar un café en la zona judía.ciudad ideal para cenar a la luz
de la luna.
Como novedad ,es la primera vez que no necesito mapa para
orientarme, solo hay que dejarse llevar por las oleadas de gentes que te llevan
y te traen a los sitios más emblemáticos y gracias a las indicaciones que te
orientan hacia San Marcos o puente Rialto constantemente.
No nos faltó un paseo en góndola antes de las 8 (que es más barato )y no podía dejar
de llamarse el gondolero ,Marcos, aunque pienso que podrían llamarse así todos
los gondoleros.
Como ya esta lejano y mi memoria comienza a jugarme malas os dejo el video que hice y recoge los momentos mas entrañables con mis amigas
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