Un pequeño paraiso en el Languedoc francés,un sitio donde rememorar los cuentos que leía de niña,"los cuentos de Azucena".
Aquellos cuentos llenos de niñas buenas ,que tenian la desdicha de encontrarse con situaciones limites ,pero con trabajo y costancia lograba salir adelante .Estos cuentos inducian a las niñas a un comportamiento cristiano y decente ,lleno de valores hermosos como la caridad, y la lealtad.Las protagonistas siempre eran niñas o mujeres y supongo que los valores que inculcaban eran los imperantes en la época con el beneplácito de la iglesia y de los benefactores del régimen.
Pero vamos,que a mi nadie me obligaba a leerlos los devoraba y guardaba en una caja de carton.
Los domingos por la mañana era todo un ritual ,igual que ahora mi hijo va todos los sábados a por el periódico y la correspondiente película,yo después de la visita obligada a misa, salía corriendo a comprar mi cuentecillo.
La vida giraba entorno a las mujeres,ellas cosían ,lavaban,sufrian ,trabajaban,pero todo su sacrificio era recompensado con un buen hombre (normalmente)su principe o rey y yo cerraba los ojos con un suspirito,mis heroínas eran ellas,eran mi ejemplo a seguir ,la visión de un principe mío no entraba aún en mi cabecita,y es que era yo bastante lista por entonces, sabia que los principes estan disfrazados o desteñidos ,y es que en los cuentos ellos aparecían siempre en el último momento ,cual trofeo .
Ahora que lo pienso detenidamente .....puede ser que no quisieran despertar en nosotras,instintos amatorios que nos alejaran de los verdaderos fines a conseguir.
De aquella época ,me llamó la atención y aún guardo en el recuerdo ;un cuento diferente al resto:Una princesa caprichosa y orgullosa estaba impaciente por vivir la vida,su hada madrina le regalo un ovillo y cada vez que tirara de él su vida irìa pasando ,así cada vez que encontraba una traba o sufrimiento con un simple gesto lo superaba.Pero no solo superaba las dificultades,tambien la vida iba pasando.Así llegó a la vejez sin haber vivido las cosas importantes y cuando fue cosciente de ello ,lloró todas las lágrimas que antes se había ahorrado y lo más triste es que no había vuelta atrás.Había vivido sin enterarse.
Carcassonne un lugar que visitar.
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