domingo, 26 de julio de 2015

El adíos



En cada adiós se experimenta un dolor, la respiración se ralentiza,las lagrimas bañan tu rostro.
El pensamiento se endurece,los porqués son tantos. El sol no calienta y las palabras no ayudan. El único consuelo es la certeza del regreso, es la base de la recuperación. Y es bueno pensar eso.No hay regreso sin un adiós. Buen viaje.


Este escrito es de Siria Evangelista, una escritora italiana,amiga mía.

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