domingo, 20 de enero de 2019

Un mes después....

Ha pasado más de un mes desde la muerte de" nuestro Felipe", después de la conmoción inicial ,damos paso al duelo y hago balance de lo ocurrido posteriormente.
No estas preparada para que te avisen de la muerte de un compañero, ya estaba preparada para cerrar la oficina, esperando el regreso de mis compañeros. Cómo entender la frase "que Felipe está muerto", eso no es cierto, es incomprensible, cada compañera asumió su papel, dentro del grupo .Tras la pérdida traumática de una persona próxima, la primera fase es la de la conmoción, aquella en la que aún no se cree lo que ha sucedido Todas corrimos a estar con él, nos lo impidieron las autoridades y las propias circunstancias del suceso.
Nos unimos en un fuerte abrazo, todo mujeres, todas un poco su madre. El apoyo de ese día de la jefatura fue muy  importante.
 Los siguientes días tuvimos el homenaje que él se merecía a través de nuestros compañeros: el aplauso  solidario de los compañeros cuando llegamos a la concentración de Bilbao, emotiva fue cuando recibimos un gran sobre valija, con la palabra condolencias desde la UR de Las Rozas, en nuestro pequeño homenaje el acompañamiento del pueblo, en los días posteriores el pésame de nuestros usuarios.
Pudimos despedirnos el día de su funeral con la complicidad llena de dignidad de su esposa, allí conocimos a sus familiares más directos,  volvieron acompañarnos los jefes y compañeros de otras unidades. Ella nos dijo de que él se encontraba a gusto con nosotras ,y  como nosotras le decíamos: poco a poco le iba cogiendo el truco al trabajo. En este caso no tiene cabida el silencio empático, con lo cual, si lo hubo no estaba justificado
Incomprensible es quien no respetando el duelo, se dedicó atacar con saña, ese tipo de persona se cataloga por sus actos y es conocida por todo su propio grupo y alrededores, el comentario es necesario ,pero quien actúa así no merece mas renglones, más cuando siempre lo negativo viene de las mismas latitudes.
Algo ha cambiado y para bien con esa ausencia, vive su recuerdo con nosotras y una inmensa calma nos ha dejado ante la adversidad y el trabajo del día a día, con su recuerdo agradecido-
hasta donde las cartas te lleven compañero.

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