El browni envenenado

      Dice mi amigo Corbelle-yo quiero que me lleves contigo de viaje.jooo. Y me escribió algo bonito dijo que solo con leer mis descripciones dan ganas de venirse y dejarse llevar por esa especie de locura controlada que muestro en todas mis…..aventuras (viajes).
 Si , pero No .No es lo mismo los viajes de mujeres solas o cuando incluyes un hombre en tu mochila. Hay cosas que solo ocurren en grupo de mujeres. Una cena tranquila no concluye hasta que no has probado el postre, somos capaces de pasar del segundo plato para dejar un hueco para él.

Pocos hombres comprenden esa ansía loca que nos lanza al dulce y muchas veces nos retienen con frasecitas del tipo ; ¿te cabe más con todo lo que te has comido ?o¿ No ves cómo te estas poniendo ?

   A veces la curiosidad y la gula nos juega malas pasadas y eso fue lo que nos pasó una noche en Ámsterdam tras cenar una riquísima costilla con salsa picante ,ensalada y patatas fritas (prohibitivo en cualquier dieta)notábamos la necesidad de tomar algo dulce y desconocido . Si estas en Ámsterdam puedes sentirte atraído por dulces muy ricos que se encuentran en las vitrinas, otros son más difíciles de encontrar, …..o no tanto .Entramos en el establecimiento adecuado y había 3 tipos de dulces : donuts de chocolate salteados de virutas de caramelos , brownies y magdalenas. Nosotras con la gula presionando el cerebro ,echamos vista a los atrayentes donuts de “chocolate”, la simpática confitera muy amablemente nos dijo que para nuestro perfil y físico ( no llegó a llamarnos marujas) el donuts tenía un gusto excesivo y fuerte según sus palabras, como éramos 4 nos aconsejó los browmni ,un pastelito pequeño y de chocolate que admite una amplia gama de ingredientes, pero que con dos teníamos suficiente que no eran horas de darnos un empacho.

 Contentas como chiquillas ,con nuestros pastelitos nos fuimos al Hotel y como cada noche hicimos nuestra recena con un cachito de browni ,que el mío lo debieron hacer con esencia de hierbabuena, por el gusto que me dejó en el paladar y después de lavarnos los dientes nos acostamos.

 La noche pasó tranquila entre leves ronquidos y algún suave silbidito .Cuando llegó la mañana Los ojos se resistían abrirse, una sequedad invadía mi boca como si la noche anterior hubiera comido patatas a lo pobre y en el estómago la sensación de un hueco vacío. Me incorpore en la cama y mi cabeza seguía pegada a la almohada ,pensé en tomarme un tonopan pero eso significaba moverme y  decidí   dejar que pasara el tiempo .Mis amigas fueron despertando y se sentían igual que yo, comentamos que el dulce debía habernos sentado mal y cuando la rubia hacía amagos para seguir dormida la convencimos de que abrirá los ojos, que aquella arenilla que sentía en ellos era solo una ilusión, que el aire nos sentaría bien y que el comer un poco haría que olvidásemos poco a poco el recuerdo del browni envenenado .

    Su recuerdo iba y venía ,subía y bajaba ,a veces lejano y otras cercano ,no entendíamos que aquella sensación pudieran encontrar adeptos en los amantes de los browni y en lugar de enfurecernos agradecíamos aquella señorita que nos lo aconsejó en lugar de aquel maravilloso donuts chacoloteado. Acatábamos y entendíamos que teníamos en el castigo la penitencia y reíamos y reíamos y no dejamos de agradecer haber preferido al pequeño chacoloteado. 

  Una y no más al menos ahora ya podremos asentir cuando alguien diga : ¿QUIEN NO HA COMIDO UN BROWNI EN SU VIDA?