miércoles, 7 de febrero de 2018

Antonio Redin y La Joya



  
 El hombre tan guapo de la fotografía sepia guardaba un secreto que pretendía ser aireado por todo el pueblo,se equivocaban ,tan solo dos personas sabían lo que anidaba en sus corazones.
 Con 14 años conocí al tío Antonio, era el hermano pequeño de mi abuelo, un hombre grandote guapo y sonriente, siempre tenía una sonrisa amplia  que ofrecer y unas pesetas que regalarme. Mi abuela torcía el hocico cuando aparecía por casa, no entendía yo porque no le gustaba aquel hombre simpático.
Muchas veces le invitamos a visitarnos en el norte, pero él rehuía con una sonrisa volver aquellos parajes que tan bien conocía de su vida miliciana en la guerra civil. Nos contaba historias de aquella época horrible de nuestro país y en especial recordaba la playa de Saturraran , sitio donde casi tiene que bañarse ,lo contaba jocosamente, y como burló la orden de su capitán,diciéndole;-yo detrás de usted mi capitán.
No quiero que su historia desaparezca cuando  todos los que lo conocimos nos hayamos ido,no se muy bien cómo contarla para guardarle el respeto que se merece.
Es una historia de amor que si hubiese tenido final feliz  podía ser guion de una telenovela,
Para mí era el tío soltero de mi padre,pronto supe de la existencia de J.H que yo llamare  la joya” para preservar su identidad,era una mujer sin forma en mi mente ,yo la imaginaba por la descripción que de ella hicieron como  una abuela grandota y vestida con los  típicos babis a cuadros de alguna de las abuelas a las que yo estaba acostumbrada,aunque ha decir verdad no es un atuendo de las abuelas extremeñas mas bien de las mujeres de mi barrio en el país vasco.
La joya tuvo una imagen real en mi mente cuando gracias a internet sus hijas la pusieron cara.
En  estos grupos de las redes sociales se puede localizar a muchas personas y a veces encontrar y refrescar bonitas historias,puse la foto militar de mi tío,un hombre fornido  y rubio de ojos grandes.Pronto me escribió una mujer diciendo que aquel hombre había sido novio de su madre.Le respondí enseguida emplazándonos  ambas a un futuro encuentro.
Ese encuentro ha sucedido ahora y casualmente en el día que La Joya hacia 100 años,allí contrastamos lo que las dos sabíamos de nuestros seres queridos.La Joya jamás pasó por la calle Ancha,donde vivía Antonio, y él cada martes acudía a la puerta del mercado junto a otros amigos y compañeros de residencia.Allí , podía verla entrar y salir sin perjudicar a nadie.
Cuando preguntábamos por La joya ,el solo sonreía y sus ojos brillaban alegres.
Las hijas, preguntaron a su madre por el nombre de su primer novio,ella con su voz gastada renovaba fuerzas para decir el nombre de Antonio,no recordaba el nombre de su marido y cuando sus hijas se lo recordaban decía -un buen hombre.
Antonio era el protagonista de la canción que cantaba mientras meneaba la ropa en la pila.Y era en su época de residencia,Arsenia,la sobrina del tío,  su compañera de confidencias.Si la prima no hubiese muerto los secretos que nos hubiese contado.
Antonio fue el hombre ultrajado en el pueblo,con aquella leyenda de que era el amor de su señorito,el hombre al que la joya dejó impotente ante tanto rumor.Su joya fue casada ,en un matrimonio apalabrado en tres meses,con un hombre bueno.El volvió al campo de capataz con el señorito,aun tuvo tiempo de intentar dos nuevos noviazgos y al no poder olvidar a su joya,prefirió la soledad y a vivir toda la vida injuriado en ese pueblo perverso ,ignorante e inculto que tanto daño les hizo a los dos.
Pero nuestro encuentro  sirvió para que  esta parte descendiente de esos amores tan grandes descifráramos la verdad,nosotros si lo sabemos y al fin alguien pudo decirle a La Joya el día que hizo 100 años ,que su Antonio, sí la amo.

Llegó el día ,y un 22 de Mayo de 2019,Antonio salió a su encuentro y le dijo !te he esperado tanto tiempo¡ y ella probablemente ha sonreído,les queda  la eternidad.

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