En estos días de recogimiento obligado, nos aconsejan no ver
a nuestros mayores ,como si hiciera un pecado me escabullo en su casa y
midiendo las distancias enfrento su miedo.
Me encuentro a un hombre fuerte en el tiempo y compungido en
sus últimos días, que me dice soy un hombre hecho de retazos , me viene a la
cabeza el hombre de hojalata del mago de Oz.
Rio y me intereso por sus parchecitos, dice que necesita de
un rosario para recomponerse cada día, un gran desafío lograr levantarse y erguir su dolorido cuerpo ,acrecentado por no poder pasear por la calle. Necesita
colocarse unas medias de presión para soportar la hinchazón y el dolor de las
piernas, para la espalda se coloca una almohada de calor que yo le regalé,
porque le entra frio y además lleva un cinturón para sujetar una hernia rebelde
que le acompaña de toda la vida.
La única diferencia con el hombre de hojalata es que el si
tiene corazón es lo único que mantiene unido a una vida que ya no quiere y
probablemente le gustaría no tenerlo para no sentir esa soledad, cerrar los ojos
y descansar.
Y… mi corazón se rompe , me voy para burlar al destino
dudando si hago lo adecuado, en el fondo de mi sé que volveré a saltarme su
cuarentena a escondidas.
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