domingo, 25 de julio de 2021

leccion de mecánica

 Los jeroglificos modernos :escrituras en las cuales las palabras figurativas representan un significado que puede ser facilmente reconocible por las mentes interesadas y abiertas a recibir lo que esconden.Seria muy simple llamarlo sentido figurado



Leccion de mecánica.


Me hallaba en plena hora punta enla linea 5( verde) del metro de Madrid, dirección Canillejas. Iba ensimismada en mis propias ensoñaciones, cuando una conversación ajena me hizo despetar. Se encontraba junto a mí una pareja de unos cincuenta años que ya habia pasado la edad de estudiar, o eso pensaba yo. Lo que oí parecia una clase de mecánica. yo habia llegado tarde a dicha clase y me faltaban elementos de juicio para precisarlo.

—Es cuestión de darle un repaso y ponerlo a funcionar.

—¿Con la manivela? «preguntaba ella»

—Más que con la manivela, con la biela central, que aplica más energía.

—Habrá que ver la broca si entra en el agujero (parecía pesarosa)

—Es cuestión de indicarle el camino con destreza.

— Pues sí y prepararlo bien.

—Si se ha perdido puntería, es cuestión de una o dos pruebas preliminares y engrase.

— Sobre todo engrase, (enfatizaba ella) para que el daño no sea importante

—A veces con solo hablarle cerquita puede ser suficiente para encarar los más abruptos acantilados.

Ahí es cuando puse más interés, totalmente descolocada, porque no entendía qué pintaba un accidente geográfico en dicha clase de mecánica; al perderme la primera parte puede que estuviesen hablando de otro tema y ambos personajes fueran amantes de la escalada, se dispusiesen a coronar un pico y ella estuviera siendo aleccionada para evitar riesgos mayores.

—Se pondrá el máximo cuidado en no dañar la estructura.

—Pero se aconseja una buena lubricación de ambas piezas para que el encaje no sea forzado, en tal caso se puede utilizar la técnica del chupa-chups.

— Chupo yo ¿chupas tu? .

Aquí la azorada fui yo, mis ojos se abrieron pícaros y disimuladamente busqué en mi bolso como queriendo encontrar algo.

Seguía la charla:

— Pero todo eso ¿en primera instancia?

— Conociendo ese proceso, la maquinaria puede alcanzar su máxima potencia, dependiendo de lo que se le pida al encuentro.

— No sé si voy acordarme de todo sin clases prácticas.

—No te preocupes que aún tenemos tiempo para repasar las tareas.

— Vamos a sacar un cero, o escaso aprobado, si llega...

—Sí, eso es lo peor, pues un buen conocimiento del terreno es muy conveniente para el éxito de los objetivos.

—¿Consideramos cuatro dar con la broca adecuada?

—Falta ver la nota que me pones en el resultado final.

— Pues depende de cómo quede el anclaje.

Volví a insistir en mis percepciones; quizás estuviese asistiendo de oyente a los preparativos para una clase de escalada y yo pensando en la de mecánica.

—Cuatro veces seguidas o ¿cuatro caídas de tensión?

— Si puede aguantar pesos, habrá que hacer la prueba, no hay más remedio.

— El anclaje puede ser perfecto dependiendo de la posición que adopten los cuerpos cilíndricos en ebullición.

Tal vez ella debiera pasar un examen de mecánica de moto o coche.

— Pues para hacer la prueba deberemos poner el peso de diferentes formas

—En caso de un centrifugado fuera de sí, habrá que cuidar no salirse de la bancada, pues las piezas podrían desconectarse en el momento de máxima tensión. Del derecho y del revés.

Estaba claro el tema ya, bancada era palabra clave, a punto estuve de inmiscuirme en su conversación y hablarle de la importancia de su resistencia para soportar los esfuerzos de la biela-manivela, la cúpula de reacción y del empuje. Perdón, quise decir cupla que como sabéis es el resultado de dos fuerzas paralelas de igual intensidad, aunque de sentidos opuestos.

— Eso sí que sería una puuutada, porque luego volver a colocar el aparato es complicado.

—Muy de acuerdo, y si fuese posible también contra la pared, de esa forma el ensamblaje puede ser del 10. Veo que vas entendiendo la mecánica. Por tanto, no será difícil el éxito de la puesta en marcha.

—Y eso que suspendí mecánica y física en segundo. En fin, habrá que hacerlo con precisión germánica

— Pues tu habrás suspendido en Física, pero no en físico (dice él burlón).

—Otra opción pudiera ser: Tú, como eres mecánico pones a punto el aparato y yo al ser de lenguas te pongo a punto a ti.

— Veo que vas progresando para nota. Para mí tenías matrícula de honor antes de que te nombrasen el culto del año.

—Ya, dicen que una capa todo lo tapa.

— Que conste que a mí también se me daba bien la Lengua.

— A ti se te daba bien la boca, pícaro.

—Pues es cuestión de asegurarse de las capas y como en las cebollas, eliminamos las más externas.

— Acaba el viaje, después de haber estudiado la lección debo bajar en la próxima.

— Sí, y con nota.

— Tendremos que seguir practicando. Por otra rama, esta ha sido mecánica, otra puede ser eléctrica

—En esa también me defiendo bien, aplicando las corrientes de alta frecuencia.

— Pero primero habrá que poner orden a lo aprendido, que luego lo olvidamos

—Es cuestión de repasar, lo has asimilado pronto. Me he dado cuenta. Yo solo necesito saber cuáles son las velocidades en las que mejores marchas.

— Me gustan las lentas y parar el motor de vez en cuando.

  Yo estaba en que te gustaban las directas y a todo gas.

— Depende...

— Parar el motor, pero ¿sin quitar la llave del contacto?

— Claro, Si quitas la llave se para la música.

— Yo puedo adaptar las potencias según la demanda.

— Ya te guiaré yo

—Eso está hecho, me dejo llevar. ¿Me taparas los ojos?

— Con los ojos abiertos, mis manos te guiaran...

—Bien, prefiero ver el ensamblaje para controlar los ritmos.

—Esa mano tuya la considero prodigiosa si la tienes bien adiestrada.

—Hecho. Lección aprendida.

— Has conseguido que me entren ganas de hacer el examen.

— Bueno no te sometas a muchos, por si hay caídas de tensión, pero sobre todo quiero que se perciba clara la descarga y que se enciendan todas las luces. Puedes hacer una prueba piloto ensayando maniobras, y si de paso consigues una descarga, pues eso te dará valentía para hacer un buen rodaje, ya me contarás…

Ella se bajó dejando un asiento libre. Me quedé recitando el temario para que no se me olvidase lo aprendido, y mentalmente probando marchas hasta que llegue a mi destino. El capricho.

 


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