Manolito, un día,
solo en casa viéndose,
registró un armario
y cogió un merengue. *
—Nadie ha de saberlo,
dijo, relamiéndose;
yo jamás he visto
que mamá los cuente.
Mas al poco rato,
la conciencia al nene *
con dolor agudo
debió remorderle,
pues, pensó, mamaíta
dice que en la frente
las acciones malas
escritas se leen.
Empezó a lavársela
con jabón, tan fuerte,
que al instante roja
hubo de ponérsele.
Llega mamá entonces
y prorrumpe al verle:
—¡Tú has hecho algo malo;
léolo en tu frente!—
Quedó mudo el niño,
descubierto al verse,
y pensó: «las faltas
se descubren siempre.»
Para en adelante
quiero resolverme;
niño he de ser bueno,
cueste lo que cueste*
Este libro siempre estuvo en casa de mi abuelo,y esta historia la contaba yo a mis hijos y sobrinos desde pequeños .Mi cuñado se tronchaba de risa oyéndomela contar con modulaciones y cambios de voz.
Tanta importancia tiene en mis hijos que cada vez que no querían confesar alguna travesura bajaban la frente o cuando yo quería que me dijeran la verdad ,les decia;enseñarme la frente.
A base de repetirles "en la frente las acciones malas, escritas se leen" no necesitaban decirme ;ama te lo juro o ama te lo prometo ,si querian que les creyera levantaban la cara para que yo viera en su frente que no mentían .
Tal sugestión tienen sobre ella que ahora ya son mayores y cuando me cuentan algo que no creo dicen MIRAME LA FRENTE SI QUIERES.y yo sé entonces que no me han mentido.
No se, sí a los que lean esta historia y tengan niños pequeños alrededor pueda servirles,pero en mi casa y con mis sobrinos ha sido una manera de hacerles ver que las mentiras siempre se ven y es que ..........
No hay falta que,
al fin no se descubra
al fin no se descubra
11 comentarios:
¡ya lo creo que sirve! creo que entre los diversos miembros de mi familia funcionará siempre porque es algo aprendido desde pequeñitos, a pesar de las miradas de extrañeza de personas ajenas a este vínculo familiar cuando nos oyen: "enséñame la frente", "mira mi frente", "pues me ha enseñado la frente"...
Bueno es un truco de poder que tenemos las madres sobre los niños,menos mal que utilizamos la sugestión para algo bueno jajjajaj
A nosotros nos funcionaba siempre esta otra de Calderón, cada vez que no queríamos algo:
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Si,esa nos la contaba mi padre tb.
Y detrás del segundo sabio,
me contó pocoyo
al agacharse a recoger las hierbas,
uno de CC.OO
le enmorcilló.
Fábula castrense.
fábula castrense
Y detrás del segundo sabio
me contó pocoyo
andaba uno de CC.OO
comiendo centolló
y al ver al sabio agacharse
a recoger las hierbas que el otro dejó,
¡zas....le enmorcilló.!
Postdata: No me gusta eso de moderar los mensajes antes de editarlos. Que el que quiera algo escriba y luego se borre si es un improperio. Queda como...más natural.
HOla chusi,a mi tampoco me gusta la moderación de mensajes y los tuyos jamas los suprimiria por muy locos que fueran,que me gusta reconocer el ingenio ,me vi obligada pq sufro acoso cibernético por parte de una mujer.Y no lo hago por mi que ya sabes las batallas que me gusta librar sino por ella,que se quite de esa tentación de leer mi blog y de esa obsesión suya que la hace paranoiarse.
Le doy la razón a Alhama, yo también sufrí acoso cibernético, y se pasa mal...
Alhama tiene razón, el acoso cibernético es jodido, por experiencia....
Diego ,ya me acuerdo del tuyo,que estress con la onubense aquella jajjajaj,recuerdas que tb se metió conmigo porque te defendi jajjjaja ,la mia es de otra comunidad.
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