Como me emociona tu carta, mis sueños no podían traicionarme,y ahora que he vuelto a dejarte entrar en ellos,abrazarte con mi corazón ,se que no volverán a dejarte salir.He podido sentir tus lagrimas aunque me negaba a oírlas caer. Podía contarte tantas cosas,pero ahora la sensación de felicidad no me lo permite,solo quiero callar,para que mi sonrisa ilumine tu alma.
El día que apareciste ,entendí que siempre estarías ahí ,que el tiempo a tu lado fue el que mi alma añoraba,deseaba y buscaba. Volví a mirar tus fotos,abrirte la puerta de mi alma y recogí la llave del pozo donde la había metido ,para entregártela.
A veces, sonrió cuando estoy sola pensando en ti, digo tu nombre todos los días unas cuantas veces ,incluso cuando suspiro se enreda tu nombre dentro de mí.
He tenido que reencontrarme con mis fantasmas del pasado para volver a escribirte,ellos me han hecho ver la importancia de la felicidad, siempre creí que la gente aparece en nuestras vidas por alguna razón.Yo, conozco la tuya y tú jamás conocerás la mía.
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