jueves, 29 de octubre de 2009

NO SE LO DIGAS A MAMA de Marilo Montero


ME gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres. Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres. Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella. Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto. El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual. Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado. Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse. Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida. Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia. Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia. ¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé? Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia. Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada. Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres. Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto? Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas". Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola. Porque soy su madre.

7 comentarios:

Enrique Tarragó F dijo...

Bien, te "robo" el artículo Alhama.

Breogán dijo...

Bueno, bueno.......
Quien lo diria de ti, para unas cosas tan progre y para otras no tanto....
Digo yo que si entre padres e hijos hay confianza no habra problema.... El problema es cuando unos padres intransigentes le "joden" la vida a una chica de 16 años o los que sean por unas ideas demasiado fuera de lugar.....En eso estaras de acuerdo conmigo.
Y digo yo que si tienen edad para trabajar, para fumar, para beber alcohol, tambien sera justo que aconsejadas si es posible por unos buenos profesionales puedan decidir sobre algo tan grave como la posibilidad de traer un hijo al mundo.
Piensa en todas las que no pudieron decidir y su vida ha sido un verdadero calvario, tanto para ellas como para sus hijos....
En cualquier caso, es evidente que es un tema muy complejo. Pero las prohibiciones "per se" no son buenas.
Un saludo...

ALHAMA dijo...

yo no estoy en contra del aborto,que sobre todo las mujeres puedan decidir me parece importante.Cuando alguna amiga o conocida mia lo ha hecho no lo he juzgado,pero creo que con 16 años si mi hija abortara querria saberlo.Conociendote a ti creo que tambien te gustaria saberlo a ti ....creo que si le pasara a tu hija y te enterases despues ,no me gustaria estar cerca para presenciarlo.... menudo eres....te entraria una depresion de caballo de por vida sintiendote desplazado de una situacion tan importante en su vida , bicos.

ALHAMA dijo...

Enrique coje de mi cuanto gustes un besito

Anónimo dijo...

ummmm, hay debate sobre el tema.
la fotografía preciosa.

tu amigo pepe

Anónimo dijo...

Hola Alhama:
¿Y si la adolescente quisiera tener el hijo y sus padres no?
En ese caso ¿también te parecería bien que la opinión de los padres prevaleciera?
A los 16 años ya se puede trabajar y también dar el consentimiento (o no) para cualquier intervención quirúrgica ¿por qué no puede la adolescente decidir si quiere tener el hijo o no?
Esta claro que si hay buena comunicación entre padres e hijos, éstos siempre someterán a consideración de sus padres una decisión de tal envergadura. Pero eso es algo que las leyes no pueden regular. En cualquier caso ha de prevalecer una decisión ¿por qué no la de la adolescente? ¿por que hemos de pensar que ésta siempre va a decidir abortar?....
El tema no es tan sencillo como nos lo pintan.
El derecho a la intimidad, a decidir sobre su propio cuerpo, su vida...es algo que no podemos negarle a una adolescente de 16 años.

ALHAMA dijo...

Anonimo ,solo puedo decirte lo que yo haria como madre en ese caso,que aun estoy para que pueda pasarme.Si me viera en esa texitura yo daria mi opinion a mi hija o hijo pero aun asi seria lo que ella o el decidieran y yo les apoyaria.
Creo que es la futura madre la que deba decidir,sabiendo que sus padres la apoyan en cualquier cosa que decida.Pero insisto yo como madre quiero saberlo asi como considero que si la operan de otra cosa tengo el derecho moral de saberlo.para lo bueno o lo malo quiero estar a su lado y en mi caso particular cuando una decisión de operacion de mi hija supone un peligro para ella si no estan al corriente de sus problemas médicos.