Me llevaba mar adentro en su resaca
y asfixiada en su presencia,
cada día, y sin descanso,
No encontraba el horizonte del respiro.
Fui una nave a la deriva,
no hubo faros luminosos en mi norte.
Intenté ser la sirena,
y confusa en esas brumas,
Ya no importa
Pues, no ahoga mi presente
ni se agitan mis entrañas.
Emergí de un mar de llanto
y fui libre del océano infinito.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
26-XII-2012 Gracias Lines
No hay comentarios:
Publicar un comentario