domingo, 3 de febrero de 2013

LA FELICIDAD DE UN GATO


Decían los epicúreos que la felicidad consiste en la serenidad que resulta del dominio del miedo ,de los dioses ,de la muerte y de la vida futura.
La postura de mi gato Dylan esta mañana, es buen reflejo de ello. Por ser gato ,creo no sabe de dioses ni de muerte, al no ser consciente de la brevedad de la vida y del paso terrenal, no se preocupa por su futuro.
 Miedo tiene a veces con los ruidos que le son extraños, o los silbidos que le llegan de la ciclo génesis en el exterior y el crepitar de los granizos contra las persianas.
¿Es un gato mimado ? SI.

Hace lo que le viene en gana,porque excepto alguna ralladura, es un gato educado,gruñe si su arena esta sucia,nos ronea cuando comemos por si cae algo.
¿Que por qué le permito todo ?.Porque se lo merece, porque nos da mucho más de lo que nosotros podemos devolverle,no protesta cuando sintiendonos tristes lo achuchamos.Cuando estamos solos nos acompaña en nuestro dialogo a uno ,escuchandonos atentamente con sus orejas erguidas,mientras con su mirada asiente en nuestro soliloquio.Sale a recibirnos cuando entramos en casa,dandonos la bienvenida rozandose a nuestra pierna.
Dylan pasa la noche como el día, a su bola, que para eso es el rey de la casa. No tiene cama propia porque todas son suyas, cuando se cansa de sus corredurías nocturnas y descolocar alfombras, sigilosamente husmea y de un saltito se pone en una esquinita de la cama elegida, poco a poco elige el mejor montículo sobre el que descansar, con el no pueden piernas ni manos .
El resultado ,esa postura contorsionada y relajada, mostrando su tripita como quien se siente seguro y protegido .A los verdaderos dueños de la cama, no nos queda más remedio que recular y disfrutar del hueco que nos deja.

Esto es lo que llaman dormir a PATA suelta.

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