SOMBRAS

Mujer imposible, mujer ajena te robe por una noche (o acaso me diste el privilegio de solo una para recordarte siempre) Y me dejas perdiendome en tu olvido, mientras te vuelves mi zahir resignado a sombra comprendiendo tristemente las reglas de tu juego.

CUENTO

Un día, la sombra de un hombre y la sombra de una mujer se enamoraron, pero no los “dueños” de aquellas sombras, que al revés, consiguieron desenamorarse, y partieron cada uno por su camino. Las sombras se desesperaron, ellos querían estar juntos, pero el temor de no volver a verse, las hizo reaccionar. Y aunque estaban acostumbradas a que sus dueños las manejaran, lucharon por su felicidad y su deseo de estar unidos.

Así que se independizaron, se separaron por los pies de sus amos, y salieron huyendo, cogidos de la mano. Algunas sombras que los vieron escaparse, hicieron lo mismo, rebelándose contra aquella tiranía, y luchando por sus propios ideales.

Los hombres se dieron cuenta a los pocos días que sus sombras los habían abandonado, y cuando éstos se dieron cuenta de lo solos que volvían a sentirse, y comprendieron el egoísmo con que habían tratado a sus sombras, cambiaron y trataron de ser mejores cada día, para ver, si de ese modo, sus grises compañeras volvían con ellos.

Si miras alrededor veras gentes pasar correr sin preocuparse por los demas .La particularidad de todos ellos, es que van solos, sin sombra que les acompañe.

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